¡¡Hola, buenos días y feliz viernes!!
Este mes os queremos proponer un plan de montaña o campo aprovechando el buen tiempo. ¡¡No se como son o serán vuestros hijos pero si se parecen a Greta este plan les chiflará!! Porque para ella no hay nada mejor que subir a la montaña. Aunque para mi tampoco (jeje) recargo pilas, respiro aire fresco, adoro el silencio, veo las puestas de sol, veo animales (que me encantan) y creo que estas cosas se pasan de padres a hijos.
Cuando le decimos que vamos a la montaña se emociona muchísimo y salta de alegría. La vida que tiene allá no tiene nada que ver con sus rutinas y su cuarto de Barcelona. Aquí en su cuarto tiene cientos de juguetes (muchas veces pienso que demasiados), todos con un manual de como se juega con ellos, y poco espacio para correr, saltar o hacer el ganso. En la calle constantemente hay que decirle cuidado, esto no, para, vamos, ...
Pero en el campo es muchísimo más libre, corre hasta caer rendida, los límites están mucho más lejos, allá descubre cientos de cosas nuevas que como niña de ciudad no conoce. Experimenta un juego sin reglas, mucho más creativo, inventa, descubre, juega al aire libre. Puede crear una casita con palitos, una piña ser una pelota, hacer un sol con piedras. ¡Qué diferente!
Se entretiene con un palo, persigue una hormiga, acaricia y corre con el perro, persigue al gato, le da hierba a un caballo... El juego en el campo, jardín o espacio abierto les permite más aprender por si solos lo que es un buen punto a favor de su autoestima.
Y es que para mi los niños pequeños son mucho más simples y felices que nosotros, disfrutan increíblemente con cada nuevo detalle que se cruza en su camino (una hoja, un ángel, un bicho, una piedra), no se aburren, no tienen expectativas y el tiempo no vale tanto como para nosotros (excepto para las comidas ;-P). En definitiva, una tarde de juegos con los papis en la hierba se convierte en su mejor tarde.
Nosotros ya estamos preparando una visita a la montaña para este fin de semana, así volveremos a casa con las pilas cargadas, la mejor de nuestras sonrisas y una peque agotada en el asiento del coche.
¿Les pasa lo mismo a vuestros pequeños? ¿Os animáis a un día completo de campo o pueblo?
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
