¡Hansel no toques esto!

Vía penélope Ilustradora

Somos padres y queremos ser los mejores padres para nuestros hijos, pensamos en como los educaremos y los valores que les queremos inculcar... ¡pero el día a día es otro tema! ;)

De pequeños lo quieren tocar todo, coger y manipular, es pura curiosidad, y la curiosidad no es mala. Al revés están demostrando ganas de aprender, nos demuestran su naturaleza activa, que es algo impulsivo que no hacen expresamente.

Así que, una práctica solución, antes de pasarnos el día diciendo “¡NO!” “No toques mi libro” “No se juega con las velas” “El mando no se coge” ¿Porque no empezamos apartando de su alcance en la medida que podamos todas estas cosas tan tentadoras para ellos? ;)

A partir de 1 año, es cuando debemos empezar a educar y nuestros peques tienen que aprender a obedecer. Pero a esta edad…

• No sirven las normas como tales, ya que el concepto de norma (las de los juegos también) no las entenderán hasta los 4 años. Por tanto, los límites serán alertar del peligro (un “no” firme evitará algún que otro daño) y relacionados con hábitos básicos. 

• No tienen la capacidad para retener una norma, por tanto será importantísimo repetir en cada situación lo que queremos. Ellos podrán interiorizarla cuando se haya repetido la misma en diferentes ocasiones. ¡De ahí, la importancia de ser constantes y de la paciencia! ;)

• Oirá infinitas veces “NO”, poco a poco irá entendiendo el significado… Aunque en muchísimas ocasiones no nos harán caso y parecerá que nos están desafiando y provocando ¡pero no es así! No hay que confundirlo con desobediencia, están probando su personalidad. 

Y será entonces cuando hacia los 2 añitos, en un afán de imponer su voluntad y hacerse valer por los demás empezará a ser él el que diga “NO”… Bienvenid@s a la época del “¡¡NO A TODO!!” Pero repito, no es rebeldía, sino una demostración de que ya son personitas independientes, que saben hablar y tienen carácter para escoger.

No nos tomemos su “no” como algo literal, no tiene ningún sentido…sino probar en un momento de énfasis del “no” preguntarle algo que le guste mucho, como por ejemplo “¿Quieres chocolate?” se sorprenderá a él mismo respondiendo “¡no!” ;)

En definitiva, que a un niño le cueste aceptar el “no” y que en unos meses sea él quién lo esté utilizando indiscriminadamente, es señal que nuestro peque está evolucionando en su aprendizaje. Son etapas normales del desarrollo, y cómo todas, ¡se superarán!

¿Os es que vosotros papás y mamás siempre aceptasteis los “no”? ;)

Vía Penélope Ilustradora