El rincón de pensar

Después del post de reforzar las buenas conductas toca hablar de las malas... Hablar de castigos no siempre es fácil, de hecho la palabra castigo tiene una connotación un tanto negativa... así que hoy os explicaremos una alternativa: ¡time out, rincón de pensar o silla de pensar!

 

¿QUÉ ES? 

 

Es una técnica educativa para hacer frente a los malos comportamientos de vuestros diablillos. ¡Ojo! No se tiene que utilizar como un castigo (no es la silla de chillar ni el lugar del terror...) sino como un lugar seguro en el que pensar y reflexionar sobre lo que se ha hecho.

Por tanto es muy importante que entiendan y comprendan porque están allí (sino no servirá de nada) y saber que es consecuencia de su comportamiento, no del enfado de sus padres.

 

¿EN QUÉ CONSISTE?

 
Consiste en apartar al peque de la situación donde está haciendo el mal comportamiento. No se trata de aislar, sino de privar durante un tiempo cortito (1 minuto por año). Puede ser apartarle en un lugar como el pasillo o en un rincón del salón y que no estén alejados de nosotros, ni sea un sitio que les de miedo, ni tampoco que este lleno de juguetes.

¿QUÉ CONSEGUIREMOS?

 
Esta técnica les enseña a tolerar su frustración, controlar su impulsividad y calmarse. Poco a poco irán aprendiendo lo que está bien y lo que está mal, y también a conocer sus propias emociones. También evita comportamientos negativos de los padres como por ejemplo gritar ;)

¿A PARTIR DE QUÉ EDAD?

Antes de los 2-3 añitos es difícil que funcione, porque aún no tienen el suficiente autocontrol ni las capacidades cognitivas suficientes para pensar en lo que han hecho. Aun así, se puede utilizar la técnica pero siendo flexible:

Como es difícil que estén ellos solos sentados en una sillita o en un rincón, nos podemos sentar con ellos y calmarlos o hacerle quedar quieto en el mismo lugar donde se encuentra.

También funciona distraerle, cambiando de actividad y ponernos a hacer algo tranquilo como leer un cuento juntos. Siempre explicarles en menos de 10 palabras el porque no nos ha gustado lo que ha hecho.

¿Y SI NO ESTAMOS EN CASA?

Si por ejemplo estamos en un lugar público, un parque, también se puede aplicar... por ejemplo: nuestro peque pega a otro niñ@, vamos, lo cogemos de la mano o en brazos, y lo apartamos un tiempo breve de la actividad agradable (jugar), cuando se haya calmado, le reforzamos volviéndolo a llevar donde estaba.

Como curiosidad explicaros que en terapia de pareja se suele recomendar una variante (cuando se está discutiendo, es mejor alejarnos unos minutos, al volver estaremos más calmados y todo se verá diferente).

 

LA ALFOMBRA DE LA PAZ

 
Otra alternativa es la alfombra de la paz: dónde nos tumbaremos con ellos, para reflexionar en lo que hemos hecho mal y para darnos un súper abrazo! Así entenderá que lo que no nos ha gustado es su conducta, no él.

Aquí tenéis a Hansel en su rincón de pensar... vuestros peques lo pueden pintar y colgar en el suyo!