Hace dos fines de semana pasamos toda la mañana del domingo jugando en casa y como somos todos un poco inquietos en cuanto llegó la tarde ya estábamos con ganas de salir de casa... ¿pero a dónde?
Los domingos está todo cerrado... así que se nos ocurrió bajar a la playa.
VISITA A LA PLAYA EN INVIERNO
Nos llevamos merienda para todos, bicicleta y juguetes para la arena. ¡¡Lo pasamos genial!!
Primero estuvimos paseando un rato, Lucas, por suerte, va encantado en el cochecito y Greta feliz de ir a nuestro lado con la bici... la verdad, es que empieza a controlar y lo hace súper bien. Después de cansar un poco a Greta bajamos a la playa a merendar en la arena.
¡¡Teníamos toda la playa para nosotros!! Pudimos correr, buscar conchas, hacer castillos, jugar con las olas, saludar a los perros que pasean y, sobretodo, desconectar.
El relax que produce mirar las olas, el sol, el cielo, las nubes, las gaviotas, no sé... a mi me transportan a otro lugar. Y ya de vuelta a casa me daba la sensación de haber pasado todo el día en la playa y en realidad estuvimos sólo dos horas.
¡¡Los niños se lo pasaron pipa!! Y como veis en las fotos además tuvimos la suerte de tener un cielo impresionante.
Fue una tarde sencilla pero a la vez perfecta. Nos encantó.
¿Quién se apunta?
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